Detalles únicos
uánta razón hay cuando se dice que un simple detalle marca la diferencia. Es ese mismo, el que hace que una prenda pueda pasar de ser algo básico, a ser la prenda más especial de nuestro armario, e incluso, la que guardamos año a año, por tenerle cierto cariño o porque da “da pena “el deshacernos de ella.
«Un ejemplo de ello, es el famoso cuello bobo, refiriéndose a esos enormes cuellos de punta redondeada y que tanto recuerdan a los baberos de los bebés»
Tan bonitos por su originalidad, su tejido, sus dibujos, sus formas y porque sobre todo, en la mayoría de los casos, estaban hechos a mano.
Sin olvidarnos de las mangas, las cuales no sólo llevan originales cortes, sino que además van forradas con acolchado, para que ni una parte de tu cuerpo pase frío.
Una gran embajadora de este tipo de cuello (también llamado cuello Peter Pan), era Diana de Gales, a la cual le encantaban y lo convirtió en una de las tendencias de aquella época.
Hoy en día, muchas de las grandes influencias internacionales, también los llevan en sus look diarios, haciendo de estos detalles, los grandes protagonistas de la moda “streetwear”.
